Crónicas del Inconsciente

Existen distintos tipos de personas. Están esas personas que nos acompañan desde que nacemos, desde la primera vez que vemos la luz. Estas personas nos enseñan a ser y hacer, y guían nuestro crecimiento y nuestra maduración. Están esas personas que llegan como un regalo sorpresa, que sin ningún motivo aparecen con una sonrisa en sus labios y nos alegran tanto la vida como si las hubiéramos estado esperando desde siempre y para siempre. Están también esas personas que duelen. Que duele nombrarlas, que duele su llegada, que duele todavía más la partida. Que duelen por todos lados. Que dicen y crean cicatrices en nosotros. Algunas cicatrices no se van nunca, las llevamos marcadas en el corazón como llevamos marcada la cicatriz de una caída innecesaria de la bicicleta nueva que durante nuestra infancia nos significó la libertad en términos ambiguos. Tal vez esto suceda a modo de lección, porque la libertad significa, de un modo u otro, algún tipo de dolor. Están esas personas que nos a...

En cualquier parte. En cualquier momento. ¿La hora exacta? En ése preciso segundo que no lo estás esperando. Algunos girando por la esquina, otros saliendo del armario. En un cajón de recuerdos y una llamada que aguardaba hacía tiempo ser realizada. En una Iglesia, en un bar, mientras alza el codo y bebe un licor amargo y en la nariz el vaso y en los ojos, ella. En cualquier lado. En un libro recién comprado y en el final de una película de amor. En un poema, en una canción, en un atardecer de otoño o en las flores recién nacidas de la primavera. Podía ser en cualquier lado. En este lado, justo a mi lado. Algunos en el trabajo, otros de paseo. En los sueños, en la imaginación. En los suspiros guardados, en Dios. Allá, justo aquí. Aquí, tan lejos. En la distancia de nuestro beso. A cualquier hora, en la mañana. Recién despiertos. A media mañana, recién amada. Al mediodía, en la tarde o en la cena. En la noche oscura, en medio de tus piernas. Podía ser en cualquier momento. En una s...