Sazonar
Me di cuenta que algunas cosas estaban andando mal. Me di cuenta ayer, cuando me preparé mi café de todos los días y en mi ritual cargado de puntualidad encontré el atraso de unas horas. Pero terminé de confirmarlo cuando en el primer sorbo en vez de azúcar, mi café estaba cargado de sal. Deberías tomarlo amargo, pensé. Como antes. Pero los años nos ablandan y aflojan la exquisitez del paladar. Tomé la sección “Policiales” y sólo leí los títulos. En realidad, aunque suene absurdo, no me interesan las noticias. Pero me parece bien fingir que sí, aunque nadie me esté observando. Aunque esté tan solo, en mi cocina. “LE AVISÓ CON UN WHATSAP QUE LA IBA A MATAR”. Extraña forma de titular una muerte, ¿no? Extraña forma de titular, en realidad, lo que sea. Dos sorbitos cortos y mi café se vio aniquilado, dejando en la taza blanca manchas agonizantes color marrón. Manchas que pedían auxilio, que pedían ayuda, que pedían de un modo disparatado por favor algo de piedad. En esta época ya nadie...