100 años
“Porque antes de antes, en realidad fuiste simio. Lo comprendo. No importa saber quién soy ni de dónde vengo. Probablemente ni me recuerdes a mí ni a mis orígenes ni a la historia que pretendo contarte, aún cuando te tiene de protagonista. Sucede que de un modo absurdo yo te recuerdo y he perpetuado en mi memoria algunos aspectos de nuestro pasado. Digo absurdo, porque no tengo pruebas ni nada que evidencie semejante afirmación. Pero dejáme decirte algo. Fuimos felices. La mañana del 13 de marzo cambió todo. No importa de qué año, quisiera apresurarme en mi relato y no detenerme en detalles banales. Sabe Dios –si es que existe algún Dios- cuánto tiempo más seré digno de tu atención, si es que aún la tengo. Esa mañana todo transcurría con serena cotidianeidad. Habría sonado el despertador pero me desperté sin aire unas horas más temprano. Eso también era cotidiano, ya hace tiempo me venía costando conciliar un sueño calmo. Te soñaba, seguramente. En este preciso momento no puedo afi...