De vez en cuando...


Se fue… me dejó como un árbol viejo después de la tormenta…sin nada.
Marchó… sus pies guiaron nuestra separación. Yo sabía que no fui suficiente…siempre lo supe, los dos sospechábamos un final inesperado pero nunca entendí bien por qué. Y hoy resulta increíble un adiós que no se dijo, pero está latente en sus labios.
No me mira, no me habla… es el silencio de los finales. Dijo, sin intención de lastimar, que no le molesta si de vez en cuando le digo cómo estoy. Su intención no cuenta, ya me lastimó.
¿Debo aceptar ser, entonces, su de vez en cuando? ¡Cómo me equivoqué al amar tanto.. ya no sé si amo bien!
Se fue… me dejó con las manos extendidas, con los ojos cerrados, con el corazón quieto… esperando una reconciliación, un te perdono por no ser suficiente, un “es para siempre” como la promesa de otoño, que evidentemente, no se cumplió.
Se fue… y con cada centímetro de distancia un insulto a mi amor. ¡Cómo me equivoqué al amar tanto… ya no sé si amo bien!
Serán mañanas diferentes, y noches de soledad. Serán tardes en intimidad con la ausencia, con vos que no estás. Serán lágrimas de desconsuelo, serán risas de recuerdos… será la maldición de no saber amar.
No fui suficiente….siempre lo supe, pero si desperté cada día fue para buscar su felicidad. Como dije antes, la intención no cuenta. Me equivoqué al amar tanto… me equivoqué por no saber amar bien.

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