El mal...


De los rincones más tenebrosos una luz magistral se apareció para iluminar los pasos… no eran cantantes, no eran poetas… de los versos que no se cantaron surgieron ideas de amor, de los susurros con melodías se llegó al balcón.

Eran tres… o más bien trescientos, eran pocos y un montón… de las múltiples y extrañas siluetas sólo dos eran cuerpos definidos, marcados… personificados. Solo dos… “los descabellados”.

Y para el más bueno de los males, van de la mano. Caminan de espalda y se hablan entre ellos. No ven con los ojos, pero se miran las almas. No perciben nada más, no reconocen el aire, la atmósfera, el humo que ciega… no reconocen al resto de los mortales que está a la par.

Como un sueño trágico, como una moneda corriente… como la pesadilla más dulce ellos van…inseparables van.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ojos al cielo

No envejezcas mamá...

La hoja....