Cortinas cerradas
Enciende una llama dentro del cuerpo, vapor que cubre
sombras de agonía y tus labios rosas empapados de sorpresa… ¿no es difícil la
vida?
Corrés la cortina, y con ella se corren tus miedos. En la
habitación solo estamos dos personas dispuestas a morirnos en una hoguera, de
pagar el precio que cobran los demonios por ser invocados en nombres de un amor
que no existe, excepto para vos, y solo
para mi… ¿no es eso triste?
Disimula el llanto con risas de mentira, me abriga con el
manto de su cuerpo y me embriaga con remedios del alma que existen solamente
para momentos de dolor… ¿acaso me ama?
Y no llega ni una brisa de su suspiro, yo sé lo que está
pensando pero guardaremos silencio porque las palabras sobran, quiero todo lo
que tengo en frente mío pero lo quiero para siempre… y el tiempo es mezquino…
¿se entiende?
Desliza su amor por mi piel y mis manos están dispuestas a
crearle un universo paralelo donde pueda ser libre de todos y libre de ella
misma pero no libre de mí ni de mis deseos… ¿vale la pena este intento?
Dueña de una misteriosa sensación que me recorre por mis
adentros, no quiero pensar en nada ni en nadie. Quiero guardar mis
pertenencias, las que no son de ellas, y alejarme. Faltan minutos para que
llegue el dueño de esta casa y estoy demás… ojalá un día entiendas que significa
para mí este gesto tuyo de despedirme
con un beso en la frente, en completo silencio y dejándome en soledad.
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