Mochilero
Uno que se comió tantos libros, que pidió más de cien
aventones, que recorrió carreteras solitarias, y que comió tanta comida
chatarra sabe cuándo una medalla es de plata. La experiencia del golpeado,
supongo. Llevo en la mochila un poco de fuga para sentirme libre pero me pesa
la soledad, y me encuentra otra noche, otro tiempo, en otro país, en otro
terreno. Es gracioso porque todos ellos se sonríen con mi acento y en realidad,
ellos son los que me resultan llamativamente distintos y únicos. Entonces ella.
Apoyando su espalda a una pared despintada, con un boleto de micro entre sus
manos. Entonces ella, vestida de carnaval con colores vivos y un corazón
nítido. Entonces ella, con simpatía singular me pregunta la hora y le entrego
mi vida. Le digo quién soy, le digo de dónde vengo y le digo a dónde voy. Ya
sabe que en el próximo coche dejo atrás este sueño bien parido. Promete verme
algún dia en algún lado pero son promesas jóvenes de mochilas vacías y
sandalias gastadas. Yo no hago promesas porque no soy bueno cumpliendo plazos
pero la llevo a todos lados, en la retina, en el espejo claro de los deseos, de
las fantasías "
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