Poema a tus cicatrices
Le escribo un poema a tus cicatrices,
a tus ataduras, a tus huecos.
Le dedico palabras a tus miedos, a tus sin sentidos.
Te observo desde mi fragilidad,
y te miro con atención.
Te siento impertinente, obstinada.
Te huelo rebelde, agresiva.
Tu piel en tinta indeleble me grita dolores ocultos,
y arde en tus ojos el infierno de un pasado hostil.
Me ofrezco, entonces, como humilde sacrificio
en el ritual obsceno de lo prohibido,
Y pienso en ése Dios pagano
Al que le rezas y dedicas plegarias vanas.
¿Acaso ya se despertó la flor del cardón?
¿Acaso ya duermen tus sueños inconclusos de amor?
Le escribo un poema a tus cicatrices,
Arma dura testigo de la batalla interna
que no encuentra fin.
a tus ataduras, a tus huecos.
Le dedico palabras a tus miedos, a tus sin sentidos.
Te observo desde mi fragilidad,
y te miro con atención.
Te siento impertinente, obstinada.
Te huelo rebelde, agresiva.
Tu piel en tinta indeleble me grita dolores ocultos,
y arde en tus ojos el infierno de un pasado hostil.
Me ofrezco, entonces, como humilde sacrificio
en el ritual obsceno de lo prohibido,
Y pienso en ése Dios pagano
Al que le rezas y dedicas plegarias vanas.
¿Acaso ya se despertó la flor del cardón?
¿Acaso ya duermen tus sueños inconclusos de amor?
Le escribo un poema a tus cicatrices,
Arma dura testigo de la batalla interna
que no encuentra fin.
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