Orbe
La materia existente y por existir. El espacio y el tiempo en un tic tac al pulso de los seres vivos, en la ausencia de todos los muertos. La dolorosa inyección de un universo paralelo inequívoco. El abrazo orbitario de un sistema de ocho planetas con un deseo ardiente de colonización e independencia, más un eje imaginario de mil millones de moléculas en un mundo destinado al fracaso. Y de los océanos y tus firmes caderas, la desigualdad impla cable de un beso heredado entre la luna y el sol en un eclipse de fuego apartado por la medida de Dios. Más el perdón obligado de las cuatro direcciones del viento, suplicantes todas por algún encuentro. Encuentro cercano, del tercer tipo o algún cuarto vacío disponible para rentar y apagar los deseos reprimidos de Helena y París en una fogosa Troya, en un descampado, en un apartado, en una historia de leyendas por escribir. Y en la fugacidad de un meteorito que insulta nuestro suelo, que pervierte a la tierra, en un chasquido confus...